27 de noviembre de 2025
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Marcha Nórdica MAB en el Galacho de la Alfranca…”-¡viaje con nosotros…”!

por Pedro Solana

Esta invitación al viaje me recuerda una canción desinhibida,  disparatada y llena de alegría. La alegría viste de color los mejores instantes que logramos vivir y esa misma alegría en ocasiones se mezcla con el buen ambiente que sobrevuela cada jornada de Marcha Nórdica MAB.

El pasado sábado 22-11 2025 vivimos otra mañana  intensa pero a muy poca altura; viajamos hasta Pastriz, en Zaragoza, a una Reserva Natural, a recorrer un Camino Natural…, se podría denominar de muchas maneras. Es un espacio recuperado en el galacho de la Alfranca, perfecto itinerario nordicable y llano, a orillas del Ebro que sorprende a cada palmo. Entramos en territorio fluvial recuperado a las inundaciones periódicas que modificaban meandros, creaban islas o brazos ramificados en cada riada del Ebro. En definitiva un paraíso de aves que se escondieron entre los carrizos cuando el bullicioso grupo de montañeros  se asomaba a las aberturas del  puesto de observación, móvil en ristre. Las choperas y pinares, altísimos, atenuaban la fuerte ventolera susurrando su silbido con insistencia sobre las copas mientras los senderistas cruzábamos verdaderos túneles entre cañas y vegetación más propia de una selva que de un bosque de ribera. Cualquier sitio, mirador u observatorio invitaba a agruparnos para un instante fotográfico.

Son muchos los datos y nombres que habría que añadir a esta crónica para narrar todo el periplo que nos condujo por esas hectáreas ganadas  al abandono desde los años setenta del pasado siglo. A comienzos de los años 2000 el Gobierno de Aragón declaró Reserva Natural al conjunto que finalizaba en un Centro de Visitantes,  Centro de Interpretación, restaurante y antiguo palacio convertido en Centro de Congresos junto al  convento de San Vicente de Paúl. No quisiera olvidarme del archiconocido Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Alfranca, tantas veces citado en la prensa para significar el logro del salvamento de  aves como el quebrantahuesos herido o cualquier otro animal en peligro. Pero lo más singular fue descubrir el Jardín de Rocas, verdadero y enorme Juego de la Oca cuyas casillas conducían a numerosos círculos,  especie de cromlech de rocas representativas de la variedad geológica de Aragón, con ejemplares de calcitas de todos los colores, cuarcitas, pizarras, mármoles travertinos, granitos y hasta carbón de las minas turolenses. Como en todo buen juego de la Oca había un puente representativo del “de  puente a puente y tiro porque me lleva la corriente…”, laberinto divertidísimo, pozo, cárcel y al final, la meta en una  estructura mirador de madera a más de veinte metros de altura como colofón de este bonito lugar.

La mañana del sábado discurrió en un sinfín de momentos únicos, vividos en perfecta y divertida armonía, como siempre en las excursiones de Marcha Nórdica.

Y al final, un rato de convivencia mientras comíamos al sol y protegidos del viento.

 Esa sana convivencia se convierte en el pegamento que une a los amigos y amigas de este bendito Club que no  dejan de juntarse para gozar en excursiones inolvidables.

Como siempre, un placer….

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